Maite Alzueta es la responsable del área de Testamento Solidario de Médicos Sin Fronteras. Junto a su equipo, se encarga de dar a conocer esta forma de colaboración y promoverla. Además, se responsabiliza de cultivar la relación con las personas que hacen testamento para acercarles la labor humanitaria de MSF.
Durante años, Maite trabajó en el sector privado, especialmente en la industria farmacéutica y el sector de automoción, invirtiendo todo su tiempo libre en formarse y ayudar a los demás con diversos voluntariados tanto en su ciudad natal, Pamplona, como en el terreno. Tras decidir dejar atrás el sector privado, se formó y se unió al proyecto de Médicos Sin Fronteras, encontrando, por fin, su verdadera vocación profesional y la satisfacción de unirse a una entidad donde el foco son las personas y en la que, gracias a su base social y los profesionales que trabajan en ella, se genera una cadena solidaria que permite ayudar a quienes viven en las circunstancias más adversas.
1- Hace varios meses, Médicos Sin Fronteras realizó un acuerdo de colaboración con Testamenta para fomentar el legado solidario en favor de vuestra ONG. ¿Cómo valoráis esta relación hasta el momento?
Es una alianza por la que hemos querido apostar porque creemos que puede ayudar a dar a conocer esta forma de colaboración.
No esperamos un impacto inmediato, es difícil recoger los frutos a corto plazo, pero, para nuestra organización, es una gran apuesta, porque se trata de una nueva fórmula de abrirse al gran público.
2- ¿Cómo ha afectado la pandemia del Covid-19 a vuestra manera de trabajar? ¿Cuáles son los recursos que estáis echando más a faltar debido a la situación que estamos viviendo?
Esta pandemia ha tenido y está teniendo muchos efectos directos y colaterales para los proyectos de Médicos Sin Fronteras. Todos nuestros proyectos se han visto afectados por la pandemia de una manera directa o indirecta.
Por un lado, Médicos Sin Fronteras decidió actuar en España por primera vez durante los primeros meses de la pandemia. La actuación se centró en tres ejes principales: apoyar y asesorar a las autoridades sanitarias para que pudieran ofrecer atención a los pacientes con COVID-19, proteger a las personas vulnerables y especialmente a las que viven en residencias de mayores, y mantener en funcionamiento los servicios médicos esenciales.
Por otro lado, con relación a nuestros contextos naturales, supuso un importante retraso en las actividades de vacunación de muchísimos niños menores de 5 años, además del desafío que supone mantener la distancia física en entornos donde se reúnen grandes grupos de personas, como es el caso de las distribuciones de alimentos. Tampoco podemos olvidar la implementación de medidas de confinamiento y la suspensión de actividades regulares, que no solo obstaculizaron el transporte de suministros y personal, sino que también impedían que los pacientes llegaran a las instalaciones médicas.
3- Con la situación que vivimos hoy en día ¿qué supone para MSF que una persona haga su legado solidario a vuestro favor?
Para nuestra organización, es un gesto de compromiso increíble. Es un gesto que viene a decir: “Hoy, decido querer seguir formando parte en el futuro de este grupo de personas obstinadas en hacer llegar la atención médica a quien más la necesita, ofreciéndole a menudo una segunda oportunidad en la vida.”. Y eso, el asumir la responsabilidad de hacer cumplir lo que la persona desea, es un orgullo.
4- En cuanto a los legados que habéis recibido, algunos serán en forma de dinero, pero otros serán bienes inmuebles. ¿A qué se destina esa propiedad? Con esto me refiero, ¿a qué recursos destináis estos bienes, las utilizáis para vuestros proyectos o las vendéis para tener liquidez?
Todos los bienes inmuebles que recibimos los ponemos a la venta para obtener liquidez para financiar los proyectos en los países donde trabajamos. De la misma manera, lo hacemos con todos los seguros de vida, acciones y otros valores, y también con bienes tales como joyas, arte y muebles. El proceso de venta se realiza lo más rápido posible, sin especular con el valor de los bienes. Nuestro objetivo principal es obtener liquidez para equipar a nuestro equipo médico o nuestros centros de tratamiento, realizar campañas de vacunación masivas o tratar a niños con desnutrición, entre otras muchas cosas.
5- Por último, ¿Qué crees que se puede hacer en este sentido para difundir masivamente esta forma de colaboración?
Iniciativas como las que hace Testamenta, la comunicación pública, el fomentar que se pueda hablar de este tipo de temas de una forma abierta, es algo que tiene un valor enorme. Creo que en España todavía hay cierto rechazo a hablar sobre la muerte, existe mucho tabú, y eso genera rechazo. En otros países, como en Holanda, por ejemplo, puedes conversar con total naturalidad sobre este tema, porque las personas quieren dejar claro dónde quieren que vayan sus bienes.
En España, tenemos este miedo de hablar sobre ello, porque pensamos que perjudica a nuestros familiares. Es importante trasladar a la sociedad que ambos actos son compatibles, que se puede velar por tus seres queridos y a la vez garantizar que la asistencia médica y humanitaria independiente siga llegando a víctimas de las guerras, las catástrofes naturales, las epidemias o el hambre. Por otro lado, existe también otro factor y es que cada vez más personas no tienen descendientes o ascendientes, y nos llaman porque esta opción del testamento solidario les abre una opción que hasta ahora no conocían. Pero aún nos queda un largo recorrido para dar a conocer a la población en general esta opción.
Por ello, hace 15 años, se creó la campaña Legado Solidario, donde participamos muchas organizaciones españolas, unidas para tratar de informar y difundir en la sociedad española la importancia de hacer lo que se conoce como «testamento solidario», que es la posibilidad de colaborar con una o varias causas solidarias a través de una donación en el testamento.
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