Todos hacemos lo posible por estar preparados para cualquier situación y cuidar de las personas que amamos, por eso es importante conocer cuáles son los tipos de poder notarial que podemos otorgar a un tercero, por si nos ocurren cosas inesperadas que nos impidan cuidar de nosotros mismos o gestionar nuestros asuntos.
En Testamenta sabemos que, ante situaciones imprevistas como un accidente o enfermedad, un poder notarial puede ayudarte. Los poderes son documentos poderosos que garantizan que se tomen decisiones importantes sobre tu familia, tus finanzas y tu atención médica, incluso si tú no puedes tomar esas decisiones.
¿Cuáles son los tipos de poder notarial?
Hay tantos tipos de poderes como actos jurídicos que se admitan en la figura de representación. Entender cuáles son los tipos de poder notarial te ayudará a elegir el más adecuado para ti. A continuación, mencionamos algunos de los más comunes.
1- Poder duradero
Tener un poder duradero significa que la autoridad de tu apoderado para actuar en tu nombre continúa, aunque quedes incapacitado. Si utilizas el poder para planificar tu patrimonio, lo recomendable es que sea duradero, ya que estás planeando una situación en la que podrías no ser capaz de tomar decisiones por ti mismo.
En la mayoría de los casos, el notario suele suponer que un poder es duradero a menos que especifiques lo contrario. Pero, siempre es una buena idea indicar explícitamente en tu documento si quieres que el poder sea duradero, para evitar posibles confusiones.
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2- Poder no duradero
Con un poder no duradero, el poder de actuación de tu apoderado termina si quedas incapacitado. Los poderes no duraderos no son útiles para la administración del patrimonio, pero pueden ser útiles en otros casos. Por ejemplo, puedes otorgar a tu corredor de bolsa un poder no duradero para que pueda gestionar tus inversiones día a día.
3- Poder emergente
Una vez que ejecutes un poder de representación emergente, éste entrará en vigor inmediatamente, y tu apoderado podrá empezar a ejercer los poderes que le hayas otorgado de inmediato.
Este poder puede ser útil cuando se utiliza para fines comerciales o financieros. Por ejemplo, si tienes un negocio y te trasladas al extranjero, puedes nombrar a un apoderado para que lo gestione por ti mientras estás ausente.
4- Poder de representación preventivo
Un poder de representación preventivo solamente otorga a tu apoderado el poder de actuar cuando se cumple una condición específica. Por ejemplo, cuando se utiliza para administración del patrimonio, la condición puede ser que estés incapacitado y no puedas actuar por ti mismo.
Una vez que se presenta la condición, el poder de tu apoderado «entra en vigor». Hasta entonces, tu apoderado no tiene autoridad legal y, tú eres el único que tiene el control de tus asuntos.
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3- Poder general
Con un poder general, autorizas a tu apoderado a actuar en tu nombre en todas las situaciones permitidas por la legislación española. Esto incluye asuntos legales, financieros, de salud y de negocios. Los poderes generales pueden ser duraderos o no, y van a depender de tu preferencia.
Un poder general otorga a tu apoderado un poder considerable sobre tus asuntos, pero hay algunas cosas que no puede hacer. Por ejemplo, no puede contraer matrimonio en tu nombre, ni hacer cambios en tu última voluntad.
El poder general puede ser de tres tipos:
Poder para pleitos (juicios y cobranzas).
Poder para actos de administración (cuentas bancarias o negocios).
Poder para actos de dominio (comprar, vender, rentar, hipotecar bienes inmuebles).
4- Poder financiero
Un poder financiero se considera un tipo de poder especial o limitado, ya que otorga a tu apoderado la autoridad para actuar en tu nombre en relación con determinados asuntos de tu elección. En este caso, permite a tu apoderado tomar decisiones sobre tu dinero y propiedades.
El poder financiero puede otorgar a tu apoderado la autoridad para:
Pagar tus facturas y los gastos de tu familia.
Hacer depósitos y retiros bancarios.
Cobrar y gestionar tus prestaciones de jubilación.
Vender o alquilar tus bienes inmuebles.
Declarar tus impuestos.
Puedes elegir qué poderes quieres que reciba tu apoderado. Los poderes financieros pueden ser duraderos o no, dependiendo de tu decisión.
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5- Poder médico
Un poder médico, también llamado poder sanitario, es otro tipo de poder especial o limitado. Permite a tu apoderado tomar decisiones sobre la atención sanitaria en tu nombre.
Este poder puede incluir decisiones sobre tu:
Atención médica.
Tratamientos médicos.
Medicación.
Cirugía y otros procedimientos.
Cuidados al final de la vida.
Médicos y hospitales que te atenderán.
En caso de que estés demasiado enfermo como para comunicar a los médicos si deseas recibir un determinado tratamiento o que te realicen un procedimiento, tu apoderado sanitario puede tomar esa decisión por ti.
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